Imagínese que Ud ha muerto. Al llegar a las puertas del
cielo, San Pedro lo invita a entrar y le manifiesta que Ud puede elegir entre
ir al infierno o al cielo. Permitiéndole pasar unos días de prueba en cada
lado.
Decide empezar por el infierno. Para su sorpresa llega a
este paraje y lo encuentra hermoso; con campos de golf, luce el sol, el mar es
azul profundo , un viento que sopla suavemente.
Allí se reencuentra con sus compañeros de oficina, los que
parecen ir de fiesta en fiesta. Cada cual practica su deporte favorito, come su
plato favorito o hace lo que más le gusta. Puede irse o quedarse cuando quiera.
El diablo es un verdadero gentleman, amigable y atento.
Luego va al cielo y se encuentra con ríos de leche y miel,
tulipanes y narcisos. Angeles dorados de finos rizos que cumplen con sus
deseos. Todo es acogedor e idílico. Esta vida le parece mas que aceptable pero
un poco aburrida.
Le comunica a San Pedro su decisión de quedarse en el
infierno. Este lo empuja en un ascensor que lo lleva y se detiene, las puertas
se abren y Ud. sale con buenas expectativas… y se ve que lo agarran dos tenazas
de acero al rojo que lo alzan, lo agitan de lado a lado y lo acaban sosteniendo
sobre una parrilla.
Por todas partes se ven hogueras sobre las que queman a
personas. Se dirige al diablo y le dice: “Un momento!”, y le grita, “antes todo
esto parecía algo completamente distinto!”, así es , le responde el diablo,
“pero antes Ud era un candidato y ahora Ud es de nuestra empresa”. ( Del libro
de La Rebelión del individuo de Reinhard Sprenger)
Supongamos que Ud es el que hace la entrevista de admisión
de un nuevo candidato. Lo que podría hacer es darle una imagen extraordinaria
de su empresa al joven profesional. Claro que me responderá, que lo hace,
porque es de buen management atraer a los talentos.
¿Cuánto podrá durar esta falsa identidad?,cuestión de días.
En el baño o comedor de la empresa, ya habrá alguien que le advertirá a su
candidato y le contará la teoría en uso y no la oficial. Es decir lo que pasa
realmente y no el discurso oficial sobre lo que pasa.
Si esto sucede así: ¿Qué cree que opina ahora de Ud este
candidato? ¿Qué cree que piensa el candidato ahora de su empresa? ¿Quién pierde
mas, él Ud.? ¿Cuáles considera que son
las consecuencias de mentir o no ser habilidosamente franco en las entrevistas
laborales?
Por Víctor Raiban- posteado en http://andresubierna.com