Un seguro de vida puede resultar una buena herramienta para añadir
tranquilidad a nuestra vida cotidiana. Este tipo de seguros no son
obligatorios, pero siempre pueden suponer un alivio para aquellos que
los contraten, e incluso una ayuda importante ante cualquier imprevisto.
Contar con un seguro de vida que mantenga protegidos a los nuestros
ante nuestro fallecimiento, o a nosotros mismos si tenemos algún
accidente grave que nos provoque invalidez o el diagnóstico de alguna
enfermedad grave, en el caso de algunos seguros, puede marcar la
diferencia en un futuro.
Lo más recomendable es contratar un seguro de vida adecuado a nosotros y
nuestro presupuesto, pero sobre todo a nuestro estilo de vida y
expectativas de futuro.
• Existen seguros de vida económicos que pueden adaptarse a cada tipo
de economía. Un seguro más barato siempre va a cubrir un menor número de
supuestos, pero aun así podemos encontrar seguros de vida que se
ajusten a nuestro presupuesto y continúen ofreciendo unas coberturas
interesantes. De todas formas, también puede resultar interesante saber
que cuanto más joven sea el asegurado, mejores condiciones a un menor
precio podrá obtener.
• Algunos seguros cubren más allá del fallecimiento. Si contratamos un
tipo de seguro de vida de mayor cobertura, podremos beneficiarnos de él
en caso de sufrir algún accidente o enfermedad. Estos seguros se
comprometen a cubrir económicamente al asegurado en caso de que quedemos
con invalidez absoluta o permanente o se nos diagnostique alguna
enfermedad grave. Dado que estas dos situaciones nos impedirían
continuar con nuestro trabajo, asegurar un tipo de ingreso extra siempre
va a aportar tranquilidad y sustento para nosotros y los nuestros.
• Son una buena forma de asegurar el futuro de los hijos. Cuando uno de
los progenitores falta en la familia, los ingresos económicos de ésta
pueden descender mucho, sobre todo si los nuestros son los principales.
En caso de fallecimiento, que nuestros hijos puedan seguir teniendo una
ayuda económica que garantice sus estudios y futuro es una de las
garantías más importantes con las que podemos contar.
• Las personas dependientes que estén a nuestro cargo también pueden
beneficiarse de ellos. Si vivimos con un familiar dependiente de
nosotros, contratando un seguro de vida estaremos garantizando también
su seguridad y bienestar en el caso de que nosotros faltemos. Es muy
probable que un solo sueldo, por ejemplo el de nuestra pareja, no sea
suficiente para mantener el nivel de vida al que la familia está
acostumbrada, y con un seguro evitaremos que les falte de nada.
• Suponen una garantía a la hora de acabar con deudas pendientes. Es
posible que tras nuestro fallecimiento o imposibilidad para continuar
trabajando aún no hayamos acabado de saldar todas nuestras deudas.
Continuar recibiendo ingresos por parte de la aseguradora permitirá a
nuestros familiares destinar el dinero a este tipo de pagos y olvidarse
de ellos definitivamente. De esta forma, podrán destinar sus propios
sueldos de forma íntegra al bienestar de la familia, sin que exista la
posibilidad de que pagos como la hipoteca terminen por asfixiarlos.
Para cualquiera que tenga una familia que dependa al menos en un
pequeño porcentaje de sus ingresos, y por tanto, de su trabajo,
contratar un seguro de vida puede suponer una forma de estar tranquilo
ante el futuro de su familia en caso de fallecimiento o pérdida de la
capacidad de trabajar por un accidente o enfermedad. Nuestra vida y la
de los nuestros vale mucho como para dejarla completamente al azar.