Lo que se ha ido, es la versión "cowboy" del liderazgo. Esa única persona que tenía todas las respuestas y todo el poder para protegernos del caos. Que nos enseñaba -o forzaba- a hacer las cosas correctas y donde el orden era el fruto de nuestra obediencia.
Pero algo diferente está surgiendo, donde el liderazgo no es más propiedad de una única persona; donde las preguntas importan más que las respuestas; y donde no se busca la "meta perfecta" sino elevar la calidad del proceso, a cada paso. Esto no es para nada una ausencia de liderazgo... sino el nacimiento de un nuevo tipo de liderazgo.
Cuando el liderazo es visto como una función colectiva y constantemente redistribuída, ya no hay un líder: sino que todos somos líderes. Y hay muchos... Sólo necesitamos abrir cada vez más espacios, dónde estas nuevas formas puedan surgir. Espacios abiertos, para darnos cuenta de lo que somos capaces.
Club de la Efectividad - Martín Castro Rosario, Argentina
Un espacio abierto... para un nuevo liderazgo.