Todo el mundo merece
nuestro amor, y mientras no empecemos a pensar de esa forma siempre tendremos
el pensamiento de "nosotros contra ellos" -Wayne Dyer.
Cuando exprimes una naranja sale jugo de naranja. Cuando
exprimes un limón sale jugo de limón. Eso es obvio, ¿no?. No podría salir otro
tipo de jugo, sale lo que lleva dentro. Pues bien, así somos nosotros.
Escuchas una y otra vez a gente exclamando con gran énfasis:
"mira lo que me hizo", "pero cómo va a decirme eso",
"quién se cree que es", "ya me las va a pagar". Y muy
probablemente es que tu interlocutor haya hecho un gesto o emitido una palabra
no muy relevante, pero que para ti fue suficiente como para
disparar hacia otra situación que ya has vivido con anterioridad y la cual te
generó un gran daño. Entonces, ¿tú que hiciste? una cuenta matemática:
"fulanita me hizo A, B y las consecuencias
fueron C y D. Ahora, esta persona me dijo A, entonces se
vienen B, C y D, así que mejor planto bandera roja y ésta me las paga". Y
así se vino tu reacción desmedida.
Ahora bien. Nadie da lo que no lleva dentro, nadie puede dar
lo que no tiene. Evidente afirmación pero que al no transformar nuestra
conciencia se nos hace muy difícil entender y poder vivirlo, y quedamos pegados
al drama, y realmente creemos que
eso que está pasando allá afuera es personal y en contra
nuestro.
Las personas más "realistas" afirman que hay
heridas que nunca cierran. Particularmente no estoy de acuerdo, sí podría
afirmar que hay heridas que cuestan más sanar que otras, y que por lo tanto
llevarán mucho más trabajo el proceso de perdón,
incluso años, pero de ahí a decir que no lo podremos sanar
"nunca" creo que es más una cuestión de nuestra mente que se resiste
a dejar entrar luz y paz a nuestra vida, y que sin duda es la que una y otra vez te
recuerda con todo su sentir esa situación
vivida.
Imaginemos que la
vida es una película. Tú estás en el cine comiendo unos ricos
pochoclos. Ahora observa la escena de tragedia de tu vida, apareces tú
(protagonista), y las demás personas partícipes de esa escena, todos actores
secundarios cómplices en
esa situación. Acuérdate que tú estás en el cine mirando la
película de tu vida. Observa la situación puntual del drama, tu reacción a eso,
la reacción de los demás. Detén la película.
Ven aquí y escúchame. Sé que te han herido, te han
lastimado, te han engañado. Situación extremadamente dolorosa ya que provoca
una herida narcisista. Quizás tus expectativas, las promesas, tus sueños, en
ese instante se vieron esfumados por
completo entre los dedos de tu mano. Y, cómo duele eso por
Dios!. Cómo duele dejar ir la fotografía que te habías hecho con esa persona o
situación. Créeme que te entiendo.
Ahora, tú y yo estamos en el cine viendo la misma película.
Te invito a que te desapegues de la escena, dejes de sufrir y des paso al
dolor. Permítete llorar, sacar todo ese dolor, es momento de limpiar el alma.
La escena que se presentó fue la que tú
necesitabas para tu crecimiento y evolución, simplemente ese
acuerdo o contrato que tenías con esa persona se estaba cumpliendo. Ahora está
tu libre albedrío: o te resientes desde la víctima y la venganza, o perdonas y
evolucionas. Creo que es
momento de descubrir que hay algo más, ¿no crees?.
Lo que esa persona "te hizo", no te lo hizo a ti,
aunque quizás tú eso lo sentiste. Por lo tanto ese gesto, comportamiento,
actitud o palabra de aquella persona, resonó en tu interior de manera hostil
conforme a tu historia personal, a tu mapa mental.
Esa situación ha tocado un botoncito herido, y aunque en el
momento te cueste percibirlo se te está dando la oportunidad de poder sanarlo.
Tienes que entender que ante momentos de presión lo que sale de ti es la
frecuencia vibratoria que llevas
dentro.
Ese hecho que pasó ya pasó, hagas lo hagas no podrás
modificar nada. Si no perdonas solo tú te mantienes atado a esa persona o
situación. Y esta elección de paz y aceptación es para ti, no para el otro.
Recuerda que la venganza enmascarada bajo
"justicia" humana solo llevará a que te calmes un instante, pero
arrastrarás la herida infectada por donde quiera que transites y seguirás
sintonizando de la vida
exactamente lo mismo, y algo peor, eso que
tiraste al universo por ley retornará a ti, te guste o no,
nos vamos de esta vida con saldo cero.
¿Qué es lo que hoy mueve tu vida?. Te invito a que seas
parte de aquellos buscadores conscientes de lo que eligen qué llevar en su
interior. Así con el tiempo (nada es de la noche a la mañana), cuando alguien
vuelva a presionarte puedan salir de ti
misericordia y amor. Si Jesús perdonó y amó a sus enemigos,
¿por qué no habremos de poder imitarlo?.
Obtienes de la
vida precisamente lo que das. La invitación a sentirte bien
está hecha, la elección es tuya. El que tenga oídos, que oiga.
Luz y Amor
Lic. Patricia Bogado - www.patriciabogado.com.ar
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